El tipo que entra en la habitación de esta rubia tentadora y tetona podría ser un instalador para cualquier cosa, pero solo para gasolina. El juego consiste en hacerle cosquillas y decirle que tiene las mejores tetas, las piernas más largas, las caderas más flexibles y las nalgas más redondas en todo el edificio. Cuando la niña está bien preparada, te gratifica una buena recompensa en forma de una mamada magistral. Ella lame la varita hacia arriba y hacia abajo, hasta las bolas meatus, centrándose en el freno, donde se siente muy bien. Ella es tan buena esa perra que solo quería que él hiciera lo mismo, que lo hiciera doblar su pequeño clítoris, brillar antes de poner un gran palo en la ranura, poseer en profundidad, expandir horizontes, darle una buena dosis de amor de él redecorar el interior. Entonces, cuando decimos que venimos por cable o por gas, es solo una manera de hablar, ¡él siempre está poniendo una tubería o alambre en un agujero y obtiene el jugo!